El cuidado adecuado de las flores preservadas es esencial para garantizar que conserven su belleza y frescura a lo largo del tiempo. Estas flores, sometidas a un proceso especial de preservación, pueden mantener su encanto inalterable durante meses o incluso años. El cuidado diligente no solo prolonga su duración, sino que también asegura que cada pétalo continúe irradiando elegancia y gracia, convirtiendo cada arreglo en una obra maestra duradera.

Consejos para Mantener Sanas las Flores Preservadas:

  1. Evita la Exposición Directa al Sol:
    • Coloca tus flores preservadas en un lugar donde no estén expuestas directamente a la luz solar. La exposición prolongada puede afectar la intensidad del color y la textura de las flores.
  2. Mantenlas en un Ambiente Seco:
    • Las flores preservadas son sensibles a la humedad. Colócalas en un ambiente seco para prevenir posibles cambios en su apariencia. Evita áreas con alta humedad para asegurar su durabilidad.
  3. Evita el Contacto con el Agua:
    • A diferencia de las flores frescas, las preservadas no requieren agua. Evita cualquier contacto con líquidos para prevenir posibles daños en el proceso de preservación y mantener su forma original.
  4. Limpieza Suave con Plumero o Aire Comprimido:
    • Para eliminar el polvo acumulado, utiliza un plumero suave o aire comprimido a baja presión. Evita el uso de agua, ya que esto podría comprometer la integridad de las flores.
  5. Ubicación Estratégica en el Hogar:
    • Coloca tus flores preservadas en un lugar estratégico, lejos de corrientes de aire, calefacciones directas o lugares con fluctuaciones extremas de temperatura. Un ambiente constante contribuirá a su mantenimiento a largo plazo.

Al seguir estos consejos simples pero efectivos, no solo garantizarás la durabilidad de tus flores preservadas, sino que también preservarás su encanto para que sigan siendo una fuente de admiración y elegancia en tu hogar u eventos especiales.